Cómo Elegir tu Talla Perfecta de Faja Sin Cometer Errores
- nogacurves
- 24 nov
- 6 Min. de lectura
Elegir la talla correcta de una faja es uno de los pasos más importantes para obtener resultados reales, ya sea que busques moldear, comodidad o soporte postoperatorio. Sin embargo, también es uno de los aspectos más confusos para la mayoría de las personas. Muchas creen que “entre más pequeña la faja, mejor moldea” o que una talla más chica da un mejor resultado de moldeo. La verdad es lo contrario: una faja demasiado pequeña no solo es incómoda y perjudicial, sino que también impide que la prenda haga su trabajo correctamente. La faja perfecta no es la que más aprieta, sino la que está diseñada para ajustarse a tu cuerpo de forma técnica y equilibrada.

La talla de una faja no es la misma que la de la ropa regular. Las fajas son prendas técnicas hechas con telas específicas como Powernet, Abigail o Lycra, cada una con diferentes niveles de compresión y comportamientos sobre el cuerpo. Cuando una faja está fabricada correctamente, su ajuste no es casualidad: es ingeniería textil. Una faja bien ajustada debe moldear tu silueta, sostener tu cuerpo sin restringir tu respiración y ofrecer una compresión firme pero cómoda. Cuando la talla es la adecuada, la faja se siente como una segunda piel: segura, fuerte, estable y cómoda durante el día.
Desafortunadamente, uno de los errores más comunes es elegir la talla basándose en la ropa que uno usa diariamente. Esto es un problema porque las tallas de la ropa varían mucho entre marcas, estilos y países. Las tallas de fajas, en cambio, son mucho más precisas y deben basarse únicamente en las medidas corporales. Tu talla de faja no depende de si usas S, M o L; depende de tus medidas reales: cintura, cadera, busto y proporciones corporales. Para encontrar la talla perfecta, las medidas son indispensables. Sin las medidas correctas, incluso la mejor faja no funcionará como debe.
La medición ideal se hace con una cinta métrica suave, preferiblemente sin ropa o con prendas muy delgadas. Las medidas principales son tres: cintura, cadera y busto (si la faja incluye brasier o cobertura superior). La cintura se mide en la parte más estrecha del torso, justo arriba del ombligo. La cadera se mide en la parte más ancha de los glúteos. El busto se mide alrededor de la parte más voluminosa del pecho. Estas tres medidas determinan la talla exacta. En caso de estar entre dos tallas, la recomendación siempre es elegir la más grande, ya que una faja demasiado pequeña puede cortar la circulación, deformarse, marcar la piel o impedir que la prenda cumpla su función correctamente.
Entender los niveles de compresión también es clave para elegir la talla adecuada. Existen tres tipos principales: compresión suave, media y alta. Las prendas de compresión suave, hechas con telas ligeras como Lycra o con materiales seamless, están diseñadas para suavizar la figura y brindar comodidad durante todo el día. Las de compresión media ofrecen un moldeamiento real mientras siguen siendo cómodas para el uso diario. Las de compresión alta, elaboradas con Powernet o telas similares a Abigail, son firmes, estructuradas y se usan para soporte postoperatorio o moldeamiento más intenso. Una faja de alta compresión en la talla correcta debe sentirse firme pero no dolorosa. Si cerrar los broches es una lucha, si la respiración se siente limitada, si hay adormecimiento o si la faja se enrolla, es señal clara de que la talla es incorrecta.

Uno de los mitos más perjudiciales es creer que “más apretado, más moldea”. Esto no solo es falso, sino también peligroso. Una faja demasiado pequeña puede crear bultos antiestéticos, irritar la piel, presionar los costados, aplastar los glúteos y hasta afectar la postura y la respiración. También puede dañar la prenda, romper costuras y deformar la estructura interna. Lo más importante es que una talla incorrecta no moldea; comprime de forma desigual. El resultado nunca es una figura más estética; al contrario, aplasta zonas que no debería y distorsiona la silueta. En cambio, cuando la talla es correcta, la compresión se distribuye uniformemente, levantando los glúteos, definiendo la cintura, aplanando el abdomen y suavizando la espalda de manera natural.
Las proporciones del cuerpo también influyen en la talla adecuada. Una mujer con caderas amplias debe elegir la talla según su medida de cadera, no según su cintura. Una mujer con caderas más angostas podría necesitar tallar según su cintura. Las mujeres de torso corto necesitan fajas diseñadas para su estatura; lo mismo las de torso largo. Una faja estándar en un cuerpo no estándar causa molestias: se enrolla, se sube o queda corta en zonas cruciales, como el abdomen bajo o la espalda. La faja debe adaptarse a tu cuerpo, no tu cuerpo a la faja.
En las fajas postoperatorias, la precisión es aún más importante. Durante el proceso de recuperación, los cirujanos suelen recomendar primero fajas de etapa 1—telas suaves, respirables y cómodas, como Lycra o materiales similares—porque permiten el movimiento, ayudan a reducir la inflamación y no ejercen una presión excesiva. Cuando la inflamación disminuye, se pasa a la etapa 2, donde se usa Powernet o telas de compresión media-alta, como Abigail. En esta fase, elegir la talla correcta es fundamental para reducir la inflamación, drenar los líquidos linfáticos, mejorar la postura y favorecer el proceso de cicatrización. Una talla incorrecta puede causar dolor, mala circulación o afectar el resultado estético final.
La longitud del torso es otro factor que muchas mujeres desconocen. Las fajas están diseñadas con largos específicos y no todas se adaptan a todos los cuerpos. Una mujer petite que use una faja de torso largo tendrá arrugas o pliegues incómodos. Una mujer alta usando una faja de torso corto tendrá una falta de cobertura en el abdomen y la espalda. De esta manera, la compresión se distribuye correctamente y el soporte se siente uniforme.
Además de la talla y el tipo de cuerpo, el uso que le darás a la faja también determina qué talla elegir. Una mujer que quiere una faja para uso diario probablemente prefiera un ajuste un poco más cómodo. Una mujer que busca un moldeamiento intenso para un evento especial puede optar por un modelo más estructurado. Una mamá en etapa posparto puede necesitar una compresión moderada que sostenga sin lastimar. Cada objetivo requiere una relación distinta entre compresión, talla y tela. (Si quieres conocer más sobre si utilizar fajas postoperatorias para uso diario o viceversa es bueno o malo, haz clic aquí.)
Otro error común es confiar en tallas antiguas. El cuerpo cambia con frecuencia debido a fluctuaciones de peso, ciclos hormonales, embarazo, rutina de ejercicio o simplemente a cambios naturales con el tiempo. Usar la misma talla de antes, sin medirse, puede llevar a una compra errónea. Lo ideal es tomarse las medidas cada vez que vayas a comprar una faja nueva, incluso si crees que tu cuerpo no ha cambiado. Las cifras no mienten; adivinar sí.
También es importante entender cómo se comporta cada tela para interpretar mejor las tallas. El Powernet tiene menos elasticidad; por eso la talla debe ser exacta. Abigail mantiene una fuerte compresión, pero con mayor suavidad y flexibilidad, lo que la hace más amigable con diferentes tipos de cuerpo. La Lycra es la más flexible y se adapta con facilidad, pero no sustituye el soporte estructural de otras telas. Saber cómo se comporta cada una te ayuda a elegir la opción perfecta según tu objetivo y tu comodidad. (Si quieres saber más sobre las telas en las fajas, haz clic aquí.)
Cuando la talla de la faja es la correcta, los beneficios se sienten al instante: mejor postura, abdomen más firme, cintura definida, glúteos levantados, espalda suavizada y una sensación general de soporte. La prenda debe sentirse ajustada pero cómoda, firme pero flexible. Debes poder caminar, sentarte y moverte sin dolor ni dificultad. Cuando una faja se ajusta bien, se convierte en parte de tu rutina diaria sin molestias y te ayuda a sentirte más segura, elegante y en control.
Más allá de los beneficios físicos, elegir la talla correcta es un acto de amor propio. Es reconocer tu cuerpo tal como es hoy, sin castigos ni presiones. Es darte soporte en lugar de incomodidad. Es permitir que tu cuerpo respire, se recupere y se vea increíble sin forzar límites. La faja correcta te recuerda que moldear tu cuerpo no significa sufrir, sino cuidarlo, acompañarlo y realzar su belleza natural.
Para evitar errores, toma tus medidas con precisión, lee la tabla de tallas correctamente (veras nuestra tabla de medidas abajo, pero si quieres verlo con nuestro productos, haz clic aquí), comprende tu nivel de compresión, considera tu tipo de cuerpo, respeta tu torso y recuerda que el objetivo no es encajar en una talla pequeña, sino elegir la talla que realmente te favorece. El tamaño adecuado transformará por completo tu experiencia con las fajas.

En Noga Curves, cada prenda es diseñada con intención, precisión y calidad. Ya sea que busques soporte postoperatorio, moldeamiento diario o una prenda especial para eventos, la talla correcta hará toda la diferencia. Estamos aquí para ayudarte a encontrar tu talla perfecta—una que se ajuste a tu cuerpo, a tu comodidad y a tu confianza.
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